Costumbres Chilotas

Artilugios y Costumbres Chilotas


Intimidad de una típica cocina chilota con todos los sentidos de humildad, pero con un gran calor de estar detrás de esta estufa y escuchar las misteriosas leyendas que se cuentan alrededor del calorcito que entrega esta cocina a leña..., al centro la Tía Mirta.


 No es en vano recalcar que prácticamente todas las actividades que han realizado los antiguos habitantes, que a traves del tiempo tienen una explicación que lo justifica, obedecen a una realidad sociocultural de la época y en la mayoría de los casos están relacionadas con las necesidades de la vida misma del lugareño o con su modo típico de pensar, sentir y actuar. muchas de las costumbres y usos sociales que a continuación se describen son típicos de la época, pero su origen, según los viejos habitantes es remoto y obscuro.

Simplemente forman parte de una tradición que se ha ido transmitiendo de una generación a otra.

Pretendemos describir los usos y costumbres sociales más representativos de la época en estudio y además explicar porqué se realiza cada actividad...


La Mariscá

Se afirma que entre los años 1940 a 1960, existía en las playas una importante abundancia de mariscos (moluscos y crustáceos), que en gran medida, constituían un elemento básico en la dieta alimenticia del lugareño.

En los días de -Buenas Mareas-, los hombres, mujeres y niños que vivían a orillas del mar o lejos de él, se movilizaban a la -Marisca- con sus canastos de junquillo, paldes de fierro o de madera para sacar los ansiados mariscos.

La mayoría de la gente efectuaba su trabajo en el agua, porque consideraban que los moluscos que vivían siempre allí, tenían mejor gusto.

Para el lugareño de la época no era ninguna dificultad mariscar en el agua, porque si no lo podían efectuar con su palde o gualato, utilizaban el -Gueil- (sacar los moluscos moviendo los pies) para extraer los mariscos.

Un buen marisquero sacaba cuatro, cinco o seis almudes de moluscos, los cuales eran llevados a casa con caballos o simplemente al hombro.

El producto extraído, en algunos casos, era vendido o llevado en sartas, fresco o seco a otros lugares vecinos, para ser cambiado por manteca de cerdo, aves, etc...

Pero generalmente el lugareño lo utilizó, como ya se dijo, en su dieta alimenticia.


La Maja a Vara

Era un trabajo que se realizaba en la época de otoño, cuando las manzanas del lugar estaban listas para ser convertidas en chicha. Una vez que se cosechaban las manzanas, el dueño de casa junto a su mujer, fijaban una fecha para realizar su maja. Como aquella era un trabajo que demandaba bastante esfuerzo, debían solicitar la ayuda de algunos vecinos, amigos o familiares.

Desde muy temprano los hombres y mujeres se reunian para comenzar el trabajo. Las mujeres en grandes tinas de alerce lavaban las manzanas, las cuales luego eran colocadas dentro de un "Depósito de Madera" que los lugareños llamaban Dornajo (depósito de madera de tres o cuatro metros de largo por un metro y medio o más de ancho cuyos extremos eran abiertos). Dos hombres por lado con varas de luma, golpeaban fuertemente las manzanas, hasta lograr molerlas mientras tanto otro hombre con una pala de madera las iba revolviendo. 

Una vez que las manzanas estaban desintegradas y comenzaban a soltar la chicha, se depositaban dentro de dos canastos de quilineja, los cuales eran llevados a la prensa (aparato de madera) que servia para presionar los cestos de quilineja y obtener la chicha para pegarle la chanca, como llamaban los lugareños a la primera extracción del jugo de manzana. 

Una vez realizado todo este proceso, la fruta semimolida era devuelta al dornajo para triturarla definitivamente y asi extraerle toda la chicha. Sin embargo, la faena no culmina allí, pues este mismo trabajo habia que volverlo hacer dos, tres, cuatro o mas veces dentro de una misma maja, dependiendo aquello de la cantidad de manzanas que lograba cosechar el dueño de casa. Por lo mismo los lugareños afirman que dicho trabajo duraba a veces hasta dos días. 

Por otro lado, nunca faltaba en las majas a vara la deliciosa Harina Tostada la que servida con chicha reponía las fuerzas de los majadores. Finalmente cabe destacar que los ayudantes regresaban a sus casas con una damajuana de chicha y una cierta cantidad de harina tostada, lo que constituía el tradicional "pago" que los lugareños utilizaban para este trabajo.


La Trilla

Este trabajo consistía en desgranar el trigo mediante la acción de los caballos dentro de un -corral-, llamado campanario (construcción de madera y paja con forma de campana). La manera como los antiguos habitantes del pueblo desarrollaban esta actividad era la siguiente: Se amontonaba el trigo en medio del campanario, posteriormente se abria la puerta y se soltaban los caballos. Una persona, la cual podia ir de a pié o a caballo, - guasquiaba- a los animales para que estos corrieran sobre el trigo y lograran desgranarlo. Una vez que el trigo estaba totalmente desparramado, se sacaban los caballos a descansar y al mismo tiempo, los hombres o mujeres que ayudaban en la trilla, volvían a amontonar el trigo. Hecho esto se soltaban nuevamente los caballos para continuar la faena hasta que fuese necesario. La cantidad de caballos que se utilizaba en una trilla dependía del tamaño de aquella; lo mismo su duración. En este caso la realización de la trilla a caballo, a parte de ser una actividad tradicional de la época, obedecía también a la realidad material del lugareño, ya que no existían otros medios para desgranar el trigo.

La pesca al Pinche y los Corrales

La primera se realizaba con cierta frecuancia y consistía en fondear el bote en un determinado lugar para atrapar con lienza ciertos peces preferidos, especialmente la sierra. Aquella constituía el pez favorito de los lugareños y el de mayor abundancia en la época. Por su parte la pesca con corrales consistía en atrapar los peces con murallas de piedras o madera, las que encerraban un determinado lugar de la playa. Los corrales de piedra eran levantados, generalmente, en las costas bañadas por el -Mar Abierto-. Por el contrario, en la bahía se construian los corrales de varas, las que eran sostenidas por firmes bases de madera llamados -Metrenquen-. Los pejerreyes., robalos y a veces que con mayos frecuencia se atrapaban en los corrales tanto de piedra como de varas. Los productos de la pesca pasaban a formar parte de la alimentación del lugareño o bien vendidas por dinero o cambiados por otros productos que faltaban en la casa.

La Fisca

Se llamaba Fisca a una vara partida en cuatro tiras iguales en uno de sus extremos, las cuales estaban separadas una de otra con una cuña. Era utilizada en la extracción de erizos, cangrejos, pancoras, jaibas, etc..., a cierta profundidad del mar (uno, dos, tres o cuatro metros). Generalmente los -Fisqueadores- utilizaban el -Bongo- (palo cavado en forma de bote) para realizar dicha actividad.

El Yoco

Fue costumbre en la familia realizar cada año su carneo de chancho o -Reitimiento-, especialmente en el mes de los Santos (Junio). Una vez que la carne del cerdo, las sopaipillas, las roscas, los milcaos y las prietas eran cocidas, se preparaba para cada vecino o amigo una cierta porción de cada uno de los alimentos mencionados para ser llevados hasta sus casas. Aquello constituía el denominado -Yoco-. El Yoco era en cierta medida una devolución del alimento ya recibido o un anticipo de lo que irían a recibir en el futuro; porque todas las familias vecinas y amigas del lugar tenían la disposición y el deber de entregar, recibir y compartir un plato de comida.

El Reitimiento en Chiloé

- La faena se inicia sacando al animal de su chiquero, maneándolo y colocándole un bozal. El -entendido- da la estocada precisa. Una vez muerto el cerdo, se procede a quemarlo con fuego de -coleos- (tallos secos de quila) para eliminarle las cerdas (aquí no se usa el agua hirviendo), raspándolo en seguida con un cuchillo Se lava y descuartiza y con gran habilidad el matarife extrae el tripal (vísceras) de las cuales saldrán las Prietas. Luego se le quita la Chagua (piel del cerdo). Se desgrasa en trozos para preparar los chicharrones. Mientras Los hombres trabajan en estas faenas e inician el primer reitimiento solo para obtener la manteca, las mujeres suplicadas para la ocasión, limpian los tripales, pelan las papas y cuecen las coles para preparar las morcillas (prietas), al almuerzo se comerá cazuela de ave cocida en el caldero. Ya bastante tarde y hasta pasada la medianoche, se trabaja en las masas para las sopaipillas, roscas y milcaos . La gente descansa y se preparan para el siguiente dia, para el reitimiento propiamente tal. El personaje es ahora el encargado de cuidar el gran caldero donde se realiza el -reitimiento- es un experto en la cocción de chicharrones, sopaipillas, roscas , milcaos y trozos de carne, que se servirán después en gran abundancia. Al amanecer, los invitados terminan de regresar, llevandose lo que no pudieron comer (la dueña de casa les prepara su -ataíto-), mientras que el -reitimiento- -sale- en canastos o fuentes envueltos en blancos paños, rumbo a los vecinos, amistades y parientes, como señal de afecto; es el típico -yoco-. Cada -ataíto- contiene carne cocida, sopaipillas, roscas, milcaos y chicharrones. Los -yocos- son numerosos, pero siempre serán retribuidos. Sucede que de una casa salen los -yocos- y en el mismo día suelen llegar otros. En cada uno de ellos va implícito el afecto, el agradecimiento y la retribución. Es una costumbre que se repite todos los años ( hermosa costumbre). Simboliza la amistad que reina entre los campesinos de Chiloé, ricos en expresiones de esta naturaleza.

 El Medán

Otra costumbre típica del lugar y no menos importante en la época lo constituyó el llamado Medan, que consistía en proveerse de un tipo de producto o animal específico que faltaba en la casa mediante la acción solidaria de los vecinos, familiares o amigos, quienes eran recompensados con abundante comida, vino, grapa, chicha y un baile la noche del Medan. Todas las personas que participaban en el Medan eran previamente avisadas por el dueño de casa y nadie podía asistir a la fiesta sin llevar el producto o, animal, solicitado, excepto las personas de verdadera confianza.. 

Habian medanes de ovejas, papas, trigo, aves y/o cualquier otro producto o animal que fuera de primera necesidad en la casa. Pero no sólo alimentos constituían los productos típicos del Medan. Esta costumbre además de formar parte de la tradición del pueblo, constituyó en la época una real estrategia del lugareño para obtener ciertos bienes que eran difíciles de adquirir en cantidades mediante el dinero. Era la forma más efectiva de disfrazar un mal año, afirman los ancianos del lugar. En el Medán se realizan una serie de cantos y recitaciones poéticas relacionados con las presentaciones, saludos y bienvenidas por parte del dueño de casa y sus invitados. El Medán de trigo es similar a la Minga, ya que quienes lo llevan deben sembrarlo en el mismo día y recibir una ración de comida y de bebida por el trabajo realizado.

Los juegos de paja

He aquí la descripción de algunos de ellos:


Después de la trilla a caballo, tradicionalmente el dueño de casa anunciaba con una bandera en el campanario, la realización de juegos de paja en la noche. La noticia circulaba rápidamente de boca en boca y cuando ya obscurecía, los notificados se reunían en el lugar para dar comienzo a los divertidos juegos.

La Pillá

Sobre el montón de paja se formaban parejas de hombres y mujeres, quienes previamente preparaban una -Guasca- con pañuelos anudados para guasquiar al solitario que quedaba en el centro. Éste debía deshacer una pareja y arrebatar la mujer para librarse de los -Guascasos- que le propinaban los demás integrantes del juego (los que tenían pareja). El -Guascaso- era sorpresivo pues los pañuelos circulaban de una pareja a otra. Aquel hombre que perdía su pilla (su pareja), ocupaba el lugar de solitario y se colocaba sobre el montón de paja para continuar el juego.

El Cabrestante

Dos hombres o mujeres tomaban un poncho o frazada desde los extremos y lo extendían longitudinalmente. Mientras tanto una fila de valientes se aprestaba a saltar sobre el obstáculo, el cual era movido en diferentes direcciones para engañar al actor.

El Zapato

Se preparaba una guasca con pañuelos anudados. Luego se formaba un circulo alrededor de un montón de paja, sobre el cual se colocaba uno de los jugadores, quien tenia por misión buscar el misterioso zapato (la guasca) y apoderarse de él. Todos los jugadores simulaban ir pasando la prenda a su compañero inmediato tras repetir la frase -corre zapato-. El despistado buscador de zapato recibía sorpresivamente un guascazo de cualquiera de los jugadores que tuviese la prenda, pero por supuesto, sin que pudiese advertirlo. El jugador que era sorprendido con la prenda se le despojaba de ella, convirtiendose en el nuevo buscador de zapato.

La Mula

Se elegía un comprador y un vendedor de animales. El vendedor seleccionaba su tropilla de mulas y se disponia a recibir al comprador. Ambos montados sobre caballos de palo, comenzaban el negocio. El comprador montaba y corria a todas las mulas en venta para seleccionar las mejores. Una vez elegida las mulas el comprador pretendía huir del lugar sin pagar ningún peso, razón por la cual comenzaba la -discusión- y la -pelea- a caballo sobre la paja.

El Brujo

Sobre un monton de paja se colocaba una persona simulando estar muerta. En la entrada de la puerta dos hombres hacian el papel de perros, quienes aullaban y ladraban incesantemente. Mientras tanto uno, dos o tres brujos saltaban alrededor de la casa y cada vez que los dolientes se descuidaban los brujos entraban a la casa a tratar de sacar al muerto, lo que no conseguían. Se sacaba al muerto del lugar y se llevaba al cementerio. Allí el cura provisto de un sombrero con horines bendecía al difunto, quien era enterrado bajo un montón de paja. Los dolientes que permanecían en el cementerio, se quedaban dormidos, ocasión que aprovechaban los brujos para sacar a golpes y a patadas al desafortunado difunto. El juego finalizaba con lamentos de los dolientes y aullidos de perros quienes se percataban del hecho después que los brujos se salían con la suya.

La Pedida de Mano

La Pedida de Mano La pedida de mano constituía un verdadero ceremonial en la época. El novio debía enfrentarse a los padres de la niña para solicitarla. Aquellos una vez que decidían el matrimonio en común, de acuerdo con el novio determinaban la fecha en que se realizaría la pedida de mano. En esta ocación, el novio llegaba acompañado de sus padrinos, quienes solicitaban oficialmente la mano de la niña. Después de ofrecerles una comida a las visitas, los padres de la niña hacían entrega de su hija a los padrinos, quienes la tenian en su poder hasta el día del matrimonio religioso. Una vez realizada esta ceremonia, la dama se convertía en la legítima esposa y quedaba ligada para toda la vida a su marido.

La Minga Chilota

Durante nueve meses del año, las verdes islas del archipiélago de Chiloé son azotadas por el viento y la lluvia.La Cordillera de los Andes, que se encuentra justo al otro lado del Golfo de Ancud, esconde tras de sí densos bancos de niebla y las famosas iglesias de madera que se apiñan en las boscosas colinas. Cuando finalmente llega el verano, los chilotes - como se llama a los habitantes del archipiélago - se preparan para cosechar los frutos de su paciencia. La lluvia que pasa deja la tierra fértil para los cultivos que, con los cálidos y largos días del verano, comienzan a brotar. Entonces, llega la temporada de "la minga". La mayoría de los chilenos conoce la minga chilota como una extraña ceremonia de traslado de casa, en la que un edificio entero - por lo general una casa, o a veces incluso una iglesia - es levantado y depositado sobre una plataforma de madera, la cual es atada a yuntas de bueyes que la arrastran desde su ubicación original a una nueva. Al finalizar el traslado, se celebra con platos tradicionales chilotes, vinos traídos desde el norte y la típica chicha de manzana, una fresca cidra que se hace en la isla cada verano. De hecho, el término minga se refiere de manera más general a una tradición de trabajo comunal que ha existido en la isla durante generaciones. Debido a que las cosechas chilotas son abundantes y la temporada de recolección muy breve, las familias vecinas a menudo unen sus fuerzas para cortar y empaquetar el heno, recoger las manzanas y desmalezar los campos. Mientras los hombres trabajan afuera (a menudo compartiendo varias botellas de chicha entre ellos), las mujeres permanecen adentro preparando un banquete que la casa anfitriona ofrece a los ayudantes de visita como pago por el trabajo del día. 

La comida y la hospitalidad - tanto como el mar, los campos y la lluvia - son esenciales en la identidad chilota. Los platos tradicionales de la región, ricos en mariscos, carnes y un tradicional pan preparado con almidón de papa, se encuentran entre los más apetecidos de todo Chile. Para preparar el tradicional "curanto" chilote, el más conocido de los platos de la isla, se cava un hoyo en la tierra y se llena de piedras calientes cubriéndolo con gigantescas hojas de nalca para luego rellenarlo con una mezcla de carnes, papas, legumbres y mariscos, así como "chapaleles" y "milcao" (masas a base de papas) que son cubiertos con más piedras y cocinados por horas. Los mariscos frescos del mercados, los abundantes pasteles salados e incluso, si tienes suerte, un cordero entero asado sobre una fogata, son algunas de las mejores cosas que probarás en Chiloé. La mayoría de los visitantes comienza su viaje a Chiloé en la ciudad de Castro, la más grande en la isla, conocida por sus emblemáticos palafitos (casas de colores construidas en pilares sobre el agua), y adornada plaza principal, con una hermosa iglesia de tradicional arquitectura chilota. Pero para conocer la vida chilota en su máximo esplendor es mejor dirigirse al campo. Si te quedas el tiempo suficiente para disfrutar de uno de los festivales folclóricos de Castro, puede que más tarde te encuentres alojando en la casa de una familia chilota en algún pueblito cercano. Chiloé tiene muchos lugares que son imperdibles y que son sitios reconocidos por su belleza, desde reservas naturales y pueblos encantadores hasta las famosas iglesias que se encuentran en la lista de patrimonios culturales de la UNESCO. Pero estas islas conservan su verdadera magia en sus campos salpicados de blancas mariposas, en las casas de campo situadas en lo alto de verdes acantilados desde los cuales puedes observar toda una bahía y las entradas de mar y, por sobre todo, en sus habitantes, personas que mantienen sus tradiciones de hospitalidad y buena vecindad. En un mundo alejado de las torres de cristal de Santiago y de las altas montañas, la gente humilde y los hermosos paisajes de estas islas ofrecen mucho más que un simple viaje al pasado. Son una lección sobre la calidez especial de aquellos lugares más fríos, de la importancia vital de la comunidad y, fundamentalmente, de los placeres únicos del trabajo conjunto y, por supuesto, la celebración compartida.

El Curanto

Es una especie de batiborrillo de carne, mariscos, papas, habas, arvejas, pescado, chorizo, milcao, etc., que se cuecen, con el auxilio de piedras vivas caldeadas por el fuego dentro de un hoyo abierto en la tierra. Sobre la leña que se echa en el fondo de la excavación, se colocan piedras grandes, redondeadas y lisas. Encima de estas se van depositando los mariscos, papas, legumbres, que luego se cubren con una capa de pangue. Sobre esta capa viene carne, pescado, milcao, etc., sobre los cuales se extiende una segunda cubierta de paja y de tepes. La señal que indica que la cocción ha llegado a su punto preciso es la evaporación del agua contenida en los mariscos, y la cual se filtra a través de los intersticios de las capas que cubren el Curanto. La razón de ser los mariscos la base de los Curantos, es porque el agua en ellos contenida, reducida a vapor, favorece y apresura la cocción.

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