Iglesias de Chiloé 

ARQUETIPOS DE IGLESIA

LA EXPLANADA:

Era un espacio despejado, de ancho poco más que la Iglesia y forma alargada destinada a alas procesiones penitenciales y a las distintas ceremonias de la mision circulante.

Esta explanada pasó a ser la Plaza de la aldea y de los pueblos que más tarde surgieron junto a la Iglesia.

LA IGLESIA:

Es un rectángulo compuesto de dos partes ensambladas al volumen vertical del Pórtico, que encima lleva el CORO y más arriba la TORRE, y la otra es el volumen horizontal o NAVE de los fieles.

EL PÓRTICO:

De todo el ancho de la Iglesia y abierto hacia la explanada, desde él, el misionero se dirigía a los feligreses. También era el lugar de preparación para el ingreso a la Nave, a la cual se accedía por tres puertas. El Coro encima de pórtico y abierto a la nave principal, era el lugar de los cantores, parte vital de la liturgia misional. Sobre el Coro viene la Torre, generalmente apoyada en un dado cuadrado, y encima unos "colindros" o "cañas" de forma octogonal, que se van adelgazando para terminar en una cruz.

LA NAVE:

Espacio de los fieles, tiene el altar al fondo y está dividida en tres, separada por pilares. Las Naves laterales llevan cielo plano y la central está cubierta con bóveda de "cañón corrido". A veces en el exterior, el techo baja formando unos alerones como mediagüas, destinadas a alojar a los feligreses durante las misiones.

Templo y explanada de Caguach.

Durante siglos ha conservado un arquetipo formal que hoy tiende a desaparecer, conservando, en muchas de las capillas, sólo algunos de sus elementos iniciales.

Por ejemplo, la explanada o plaza se comporta como centro de encuentro comunitario a través del sistema de "conociencias", que es el encuentro de personas que no se ven con frecuencia. 

 En torno a este lugar se realizan las principales actividades sociales y comerciales, se congregan los fieles para expresar su fe en la fiesta religiosa a través de la procesión del Santo Patrono y, en los bordes laterales, se emplaza el comercio ambulante. 

Además, por lo general, al costado de la explanada se encuentra una sede social en la que se realiza, con posterioridad a la ceremonia religiosa (misa ? procesión), la fiesta de la comida y el baile, en la cual se congrega un número importante de personas, aportando cada uno algo para la fiesta.

Fiesta del Jesús Nazareno de Caguach.

El tamaño de la iglesia y de la explanada está dado por la importancia de la fiesta patronal, debido a la gran cantidad de peregrinos que reciben. Ejemplo de ello es que las fiestas que mayor convocatoria poseen en el archipiélago son la de Nuestra Señora de Gracia, en Quinchao, y la del Nazareno en Caguach, con una explanada que supera los 10.000 m2. Junto a la Iglesia se agregó a fines del siglo XIX el Cementerio, que no tiene una posición bien definida respecto al conjunto; además la CASEMITA o "Casa Hermita", destinada al misionero de paso, que aún existe en algunas capillas y tampoco tiene una posición prefijada.

El Cementerio

Cementerio de Caguach
Cementerio de Caguach

El Cementerio se constituye como otro lugar importante, ya que un aspecto relevante dentro de la cultura religiosa de Chiloé lo constituyen los ritos mortuorios heredados de la tradición mapuche de enterrar a los muertos. Esta costumbre se mantiene hasta el día de hoy. León señala que la celebración de ritos fúnebres vinculados a la iglesias y el cementerio marca una nueva etapa dentro de las costumbres mortuorias chilotas ya que "el sacerdote -o el fiscal cuando es necesario" cobra mayor relevancia, no sólo por su presencia física en las ceremonias, sino además porque a través de la misa o la simple liturgia se encarga de representar a la divinidad y la comunidad cristiana. Cumple así el papel que cobraban los cantores populares dentro del velorio; acompañando al difunto bajo el signo de la cruz, desde el sitio del deceso hasta su última residencia: el camposanto"

Una de las características de los cementerios en Chiloé, especialmente, los de sectores rurales más aislados, es la presencia de pequeñas casas tumbas que sirven de nichos de madera que dan una impresión de acogida y calidez. Si bien en varios cementerios se pueden encontrar, los más pintorescos y hasta turísticos son los de Cucao, Huillinco, San Antonio de Chadmo y sin lugar a dudas el cementerio de Teupa (5 kms al sur de Chonchi, hacia el camino a Queilen).

Cementerio de Teupa

Cementerio de San Antonio de Chadmo

En muchos poblados, los cementerios quedan a un costado de la iglesia o capilla, como una manera de mantener a su ser querido lo mas cercano a esta. Incluso algunas de estas casas tumbas representan pequeñas iglesias (Como se puede ver en Teupa) Por esta época, en que prácticamente toda la comunidad acompañó a algún ser querido fallecido, la gente acostumbra decorar y adornar las tumbas con flores de plástico y guirnaldas de llamativo papel metálico de brillantes colores, ideales y adaptadas para perdurar por un buen tiempo a las condiciones climaticas, creando algo característico y único, que solamente Chiloé puede tener.

Cementerio de Liucura

La Iglesia Católica convirtió al cementerio no sólo en un mero recinto reservado a la inhumación de cadáveres, sino, además, le dotó de una carga simbólica para la colectividad, representando en él tres dogmas fundamentales: la resurrección de los muertos, la inmortalidad del alma y la comunión de los santos.

Por ello, el cementerio es concebido como un lugar especial, reservado al descanso de los creyentes, de alto valor sagrado y gran relación con la iglesia, cobrando importancia para la comunidad "en la medida que símbolos como la cruz y las imágenes sagradas comenzaron a individualizarlo como un espacio signado por la divinidad.

Fue por estos motivos que la legislación eclesiástica equiparó a cementerios e iglesias en sus diferentes disposiciones, en particular sobre todo aquello que hacia referencia a la consagración y profanación de estos lugares".

Muchos de los cementerios rurales de Chiloé destacan porque parecen verdaderas "ciudades de los muertos". Sus tumbas, hechas de madera, corresponden a viviendas chitotas a escala. Pese a las inclemencias del frío y la lluvia, propias de la zona, las visitas a los muertos constituyen una necesidad y un rito de vida. 

Cementerio de Chelin.

Finalmente, en algunos casos existe el puerto o el muelle, lo que permite el atraque o recale de embarcaciones que traen o llevan mercaderías "también pasajeros" de un lugar a otro.

Su valor, dentro del espacio sagrado, reside en la importancia que tuvo para la determinación del lugar en el cual se construiría la iglesia, ya que:

"..para que los distantes no tuviesen que caminar tanto, y las dichas capillas se pusieran junto a las playas, para que llegando allí los padres con sus piraguas, sin mucha fatiga puedan empezar luego los ministerios, junta ya la gente". 

El Muelle

El rol del muelle pasa a ser secundario y sólo se encuentra en localidades cercanas al mar, aquellas que han tenido un origen costero y cuyos habitantes poseen un modo de vida dedicado prioritariamente a la pesca artesanal y a la recolección marina.

En tales casos, el muelle o puerto se sustituye por la correspondiente vía de acceso terrestre a las localidades emplazadas en el interior de la Isla Grande.


 Muelle de Caguach.

La conjunción templo-explanada-cementerio-muelle conforma la estructura que se entiende como espacio religioso.

 Espacio religioso de Llingua.

En la fotografía se aprecia la iglesia y su cercanía con la playa -allí se encuentra el muelle-, la explanada y el cementerio.

La construcción, que se observa al costado izquierdo de la explanada, es la sede social en la cual se suele realizar el almuerzo comunitario una vez concluida la misa que se lleva a cabo en la iglesia.


Leyenda del Muelle de las ánimas...

Ánimas de cucao, Pirulil

Los chilotes cuentan que en los alrededores de Cucao, en los acantilados de la bahía en los roqueríos del sector de Pirulil, además de los sonidos producidos por el mar, se escucharían escalofriantes lamentos, llantos y súplicas que procederían de angustiosas ánimas de almas en pena, que deambulan en esta zona. Se dice que entre sus lamentos y llantos se siente como las Ánimas de Cucao, con desesperación y congoja, suplican y llaman al balsero Tempilcahue, pero a pesar de sus lamentos, este ser no llega a buscarlas para llevarlas hasta el lugar de descanso; en el cual sólo existe la felicidad y la dicha eternas para las almas. Por ello es que las Ánimas de Cucao están llorando, ya que al permanecer en este mundo, aún están influenciadas y sufriendo sus amarguras, odios, rencores y dolores que no las dejan descansar en paz. Igualmente se menciona que si una persona llega a escuchar a las Ánimas de Cucao, no debe tratar de comunicarse con ellas y nunca llamarlas con el nombre de "Ánimas de Cucao"; ya que si lo hace, luego de pasar un año, la muerte lo buscará para ser un nuevo espíritu que forme parte de las Ánimas de Cucao.

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