Los Brujos de Chiloé
Los Brujos de Chiloé
Origen
A la llegada de los españoles, Chiloé estaba habitado por chonos, cuncos y huilliches, todos ellos con diferentes creencias religiosas. Estos pueblos adoptaron el catolicismo traído por los conquistadores, pero no dejaron completamente de lado sus propios ritos.
Muchos de ellos y los conocimientos sobre los usos de las plantas como medicina o como veneno se mantuvieron en secreto por temor a ser acusados de brujería. Quienes poseían estos conocimientos eran evitados e incluso temidos por sus vecinos que les atribuían grandes poderes y tratos con el Diablo.
A veces, ellos mismos se atribuían estos poderes para sacar provecho de la situación. El año 1880, en el Juzgado de Ancud se condujo el "proceso a los brujos de Chiloé", por orden del Intendente de Chiloé, en el que fueron llevadas a juicio decenas de personas que declararon pertenecer a una sociedad secreta llamada Recta Provincia, que trabajaba por encargo para dañar o curar a otras personas y administraba justicia.
Muchos de estos "brujos" fueron encarcelados por su participación en asesinatos y otros delitos y luego se les liberó por no existir pruebas materiales de los hechos y por no poderse demostrar que si hubieran pertenenecido a una asociación de brujos habrían estado cometiendo un delito. Sin embargo, no se sabe con seguridad cuánto de las declaraciones efectuadas era real, pues es posible que hayan sido objeto de torturas para forzar las confesiones. En el siglo XXI, la creencia en brujos continúa arraigada en Chiloé.
Pero aparte de calificar como tales a quienes tienen conocimientos en medicina natural o creencias en la magia, el apelativo se usa como un recurso para menoscabar la reputación de las personas, sobre todo cuando son pobres, indígenas o ancianos.Un hecho curioso es que cuando en la Escuela de Quicaví se organizó una consulta entre los niños para ponerle un nombre, ellos decidieron bautizarla "Aquelarre".
Creencias
La creencia popular ha atribuido a los brujos de Chiloé una organización compleja, la ayuda de criaturas mágicas y numerosos poderes y debilidades.
Iniciación
Se dice que ingresar a la Brujería en Chiloé es un gran privilegio, y que normalmente se da preferencia a los familiares e hijos de los brujos, o a algunas pocas personas especiales que han hecho algún trato con ellos. Para convertirse en un brujo hay que realizar una serie de ritos.
En primer lugar es necesario "lavarse el bautismo", es decir, abandonar el cristianismo por medio de un ritual en que el aspirante debe pasar cuarenta noches con la cabeza bajo un traiguén, es decir, una pequeña cascada. Algunos la localizan en Nalhuitad y otros en Tocoihue. En ella también se baña el Camahueto y los brujos ya iniciados para tener fortaleza.
Luego hay que llamar en voz alta al Diablo para poder de este modo borrar el sacramento. Si desea quitarse el bautismo más rápido y mostrar su interés ante los brujos; debe lavarse la cabeza y cuerpo del iniciado con sangre de un recién nacido no bautizado. Este ritual lo realizarían para alcanzar una gran fortaleza mental y adquirir una sensibilidad más aguda, con la cual pueden percibir los pensamientos de hasta los humanos más puros que existan.
Luego de cumplir estas pruebas, el brujo es llevado a la Cueva ante la presencia de la Mayoría y así ser presentado ante la jefatura que es presidida por el Buta, y que ha sido reunida en sesión solemne para dictaminar su última prueba de iniciación.
Generalmente se trata de asesinar a un pariente amado y debe ejecutase un día martes en la noche. Posteriormente, durante una noche obscura, debe dar tres vueltas completas alrededor de las islas, yendo desnudo y gritando un llamado al Diablo. En este trayecto no le está permitido caminar por las pampas ni por caminos costeros, ya que un brujo instructor lo va vigilando durante todo el camino.
Al llegar a los tajamares, y al estar la marea baja, el iniciado debe lanzarse al agua. Una vez que ya ha llegado a su destino y realizado el rito, y si ya se le ha aparecido el diablo; el jefe le hace entrega del chaleco "macuñ" confeccionado anteriormente por el mismo iniciado.
Al terminar sus pruebas, debe tomar el juramento, que incluye la adhesión al Demonio, pues el Demonio es el jefe supremo de la Brujería; el mantener el secreto de que es brujo, porque de no hacerlo, moriría antes de un año. Luego de cumplido su ingreso, se celebra un gran banquete que tiene como plato principal la carne asada de un bebé.
Luego el ya aprendiz de brujo, es recluido por algún tiempo portando en su frente una lagartija sujeta con una pañuelo rojo, para que de esta forma adquiera sabiduría.
Una vez familiarizado con la lagartija, la que no cabe duda le ha transmitido algún mágico poder, puede presenciar las transformaciones de su maestro en animal (lagartija, perro, caballo, etcétera).
Puede también observar como vuela, cómo se abren las puertas sin auxilio de llaves, cómo se hace dormir a la gente, etcétera. Posteriormente algunos miembros antiguos y sabios, le enseñarán los poderes, habilidades y reglas, como la prohibición de probar la sal, y la prohibición de violar o robar, ya que está prohibido por su Código de Moral.
Este Código también le impide otros usos de su magia que impliquen apropiarse de lo ajeno, aun cuando tenga extrema necesidad, ya que un brujo no debe dejarse llevar por esos deseos.
La Recta Provincia
En la mitología, que mantiene puntos en común con la historia real de los brujos, la organización de la que forman parte se llama Recta Provincia y está dirigida por la Mayoría. Sus orígenes se remontan a la Colonia, cuando el piloto José de Moraleda (quien realmente existió) visitó Chiloé y desafió el poder de la machi Chilpilla en una competencia de magia.
Ella lo derrotó dejando su barco en seco y él le obsequió un libro de magia, con el que se instruyeron posteriormente algunos indígenas y crearon esta sociedad. Su jurisdicción se extiende por todo el Archipiélago y está a cargo de un Rey, que junto a otros subalternos forman un consejo gobernante o Mayoría.
Existen siete Distritos o Repúblicas con nombres en clave tomados de lugares de España y de sus colonias: Buenos Aires (Achao), España (Queilen y sus alrededores), Lima (Quicaví), Perú (Caucahué), Salamanca (Rauco), Santiago (Tenaún) y Villarrica (Dalcahue).
La sede del Rey está en la Cueva de Quicaví o Casa Grande, en los alrededores de Quicaví, en la comuna de Quemchi. Según la tradición, la Cueva tiene su entrada en una quebrada y está vigilada por un ser deforme, el Invunche.
Allí se guarda el Libro, el Levisterio o Revisorio, un instrumento que utilizan para hacer diversos exámenes, y el Chayanco, usado para vigilar a todos los miembros de la comunidad de brujos.
Esta cueva mediría aproximadamente 200 metros de largo por 3 de alto; y sería un sitio subterráneo que con muchas dependencias iluminado por antorchas y cántaros de aceite humano.
Poderes y debilidades
A los brujos se les atribuyen muchos poderes y debilidades, derivados de su condición y de la ayuda de objetos mágicos. El brujo puede suspender en los aires y llevar volando consigo a cualquiera persona; pero sólo hasta una cuadra de distancia, el poder de metamorfosearse en perros o gatos negros, o en ciertas aves agoreras como el coo, el deñi, etcétera, y la facultad de tirar males, es decir, hacer daño a distancia.
Otros poderes provienen de su gran conocimiento de los usos de plantas y partes de diversos animales, así como el saber necesario para domesticar el Caballo marino y otros animales mitológicos. Además pueden abordar el mítico barco llamado el Caleuche, sin ser tomados como esclavos por este.
El brujo puede hacer dormir a su víctima con el objeto de penetrar impunemente en su vivienda, sajarle la espalda, brazos o piernas con uñas de coo (pequeña lechuza) y arrancarle de raíz el pelo, o sea laucarlo, ora con el sólo objeto de hacerle mal ora para servirse de esos cabellos para la confección de los polvos con que tiran (causan) enfermedades. Hay, sin embargo, que advertir que, para hacer dormir a las personas, es preciso que el brujo sepa el nombre de pila de ellas.
Sus debilidades incluyen el no poder probar la sal, el tener muy poca tolerancia al humo de canelo. Cabe también la posibilidad de descubrirlos por ciertos indicios, como su uso de bufandas o prendas de cuello alto durante todo el año para ocultar un tatuaje distintivo o la incapacidad de abandonar una casa cuando se sientan en una silla que contiene agujas en cruz o también se tira al fogón sal o afrecho, así el brujo empieza a estornudar y morirá sarnoso antes del año.
Objetos mágicos
Todo brujo chilote cuenta con un "macuñ" (del mapudungun makuñ: "manto") o "chaleco" hecho con la piel del pecho de un muerto. No tiene espaldar y se ata con cordones a la espalda. Mientras no se usa el macuñ se enrolla como erizo. Y al extenderlo el brujo y ponérselo, alumbra como el mejor farol. Las personas que han visto un macuñ dicen que es una cosa parecida a una 'cola', más suave que la seda, y que, si se le desdobla, grita: 'thac', salta y vuelve a enrollarse, infundiendo así profundo temor al impío que se ha atrevido a tocarlo. Sin él el brujo no sería nada. Con éste puede convertirse en animal, volar, abrir puertas, hacerse invisible, usar ciertas expresiones cabalísticas. Las propiedades del macuñ en cuanto a hacer volar a su dueño, alumbrar su camino y detectar la presencia humana, son reconocidas por todos los autores consultados. Por usar una prenda confeccionada con piel humana reciben el nombre despectivo de pelapechos y existen personas que hacen cortes en los cadáveres de sus familiares para evitar que sus cuerpos sean profanados. Colgada al pecho llevan una lámpara de aceite humano que despide una luz verdosa.
Los Chilotes de Teuquelín, Chiloe
Texto por Karla Gachet
La isla de Chiloe se encuentra en la region de Los Lagos en la costa sur de Chile. Los primeros habitantes fueron los Chonos y luego los Cuncos y Huilliches. Estos pueblos adoptaron el catolicismo traído por los conquistadores, pero no dejaron completamente de lado sus propios conocimientos sobre los usos de las plantas como medicina o como veneno. En el año 1880, en Ancud, se condujo el "proceso a los brujos de Chiloé", en el que fueron llevadas a juicio decenas de personas que declararon pertenecer a una sociedad secreta llamada Recta Provincia.
La iniciación consistía en borrar el bautismo lavando la cabeza del iniciado con sangre de recién nacido no bautizado. Luego se le ponía al iniciado un chaleco, el Macuñ, hecho con la piel del pecho de una vírgen muerta, que le permitía volar. Todo esto se lo celebraba con un suculento banquete de carne de "guagüita" asada.
"Disculpe señor, como podemos llegar a la isla de Teuquelin?" El hombre nos miró y dijo entre dientes, "Allá hay brujos." Los barcos solo llegan a Teuquelín, un islote perteneciente a Chiloe, un dia a la semana o cuando hay una emergencia. Los únicos habitantes son la familia Peranchiguay quienes se dice habitaron la isla hace 200 años. Hoy en dia quedan los mayores, algunas mujeres y cuatro niños.
La juventud ha salido, y solo ocho familias sobreviven de su tierra, el mar y la luga, un alga que se cosecha y se vende para hacer shampoo o pañales. Bajo la luz de la luna cruzamos terrenos y bosques obscuros hasta que llegamos a la casa del tío Lucho, quien había muerto hace algunos meses. Nos recibieron Ceci y Misha, y sin conocernos nos trataron como familia. Esa noche también nos visitaron los brujos en sueños.
El árbol familiar de los Peranchiguay tiene tantas ramas entrecruzadas que es difícil decodificarlo. David tiene 86, tataranieto de Basilio, quien se dice fue uno de los primeros de la isla. El tio David estuvo casado con su prima María Orfelinda por 50 años, ella murió hace tres. Todos los dias le prende una vela a la foto de su esposa y todavía le pide permiso cuando sale a algun lado. Lucila, su hija, estuvo casada por veinte años pero su marido resultó mas enamorado del alcohol y no podía tener hijos. A los cuarenta y mas tuvo a su hijo sola y recogiendo luga se construyó su casa.
La madre de Abdón, tia de David, nació en un barco que venía de Punta Arena a Chiloe. El aniversario de su muerte fue celebrado con rosarios, chicha de manzana, prieta, milcao y mucha carne de cerdo, vaca y gallina. Durante los rezos se convocó a toda la familia de la isla y de fuera.
Abdón se casó a la vejez con su prima Edna y adoptaron a Brian, a quien le dieron todo. Brian nunca llegó a los festejos. Abdón realizó su fortuna rentando cuartos a los trabajadores de las salmoneras que habitaron en un tiempo la isla. Hace unos años vino una enfermedad que mató a todo el salmón y al negocio de Abdón.
El Varguita, otro primo, vive solo. Dicen que hace tiempo se enamoró de una niña a la que le prometió casarse y no le cumplió. Ella se fue para la cordillera y nunca volvió. El tomo mucho por esto, tuvo otros hijos pero nunca se hizo cargo. Nadie lo viene a ver. Hace unos dias se cayó estando "curado," y no ha podido pescar desde entonces. El otro solitario, Nolo, es primo lejano. El realiza trabajos para todos los de la isla a cambio de techo y comida. Nadie pregunta porque está en la isla ni de que huye, habla poco y su mirada se pierde en el horizonte.
La abuela, Dorila, casada con el ahora difunto Augusto Peranchiguay, tiene 85 y disfruta de tomar hierba mate en la mañana y tarde. Recuerda que la costumbre vino en los años 60 cuando hubo un terremoto en las islas y parte de las donaciones para los damnificados fueron sacos de hierba mate que llegaron de la Argentina.
Su nieta, Doris, es vecina de Andrea. Las dos tienen hijos varones de la misma edad y el mismo padre. Andrea vive con el papá del niño y con su suegra Celmira. Luego de huir de un marido abusivo, Celmira se juntó con Manuel de 95, el mas antiguo Peranchiguay. Manuel tiene una tos crónica y pasa sus dias sentado cerca a la cocina de leña que calienta el hogar.
El tio Alejandro sale en su canoa a remo para buscar a su hija Claudia, de nueve años, a la otra isla donde estudia en un internado. De regreso, les acompaña una ballena quien nada junto a la pequeña embarcación. La madre, Norma, espera en la orilla con la mano en el pecho rezando para que lleguen a salvo del animal. La tia Norma trabajaba de empleada en la Isla Desertores donde los Peranchiguay fueron a la escuela.
Muchos años mas tarde, el destino la llevó a Alejandro y tuvieron una niña aunque los doctores le habían dicho que no era posible por su avanzada edad. Ellos viven de la cosecha de la papa y del amor de su niña en la casa del faro.
Los hermanos Fauri y Cito viven apartados de los demás y los conocimos solo en sueños. Casi nunca salen a la luz. Se dice que gustan mucho de la chicha de manzana y que se hunden en su dulzura. Cuando alguien cruza por su casa, salen endiablados dos perros negros a mostrar sus colmillos.
De vez en cuando se ve humo salir de su cocina , como si de pronto se acordaran de que hace frio. Su vida y secretos, como los de todos los demás, flotan en las islas del sur. Cada personaje con su historia única y a la vez universal a todas las familias embrujadas de latinoamerica.
CUEVA DE LOS BRUJOS EN QUICAVI (Chiloè )
Quilas, espinillos, matorrales y árboles que se han deformado buscando la luz, están entre la angosta senda para llegar a una de las cuevas de la comuna de Quemchi, un lugar donde por cientos de años se ha centrado la mitología y las creencias que, sin embargo, se diluyen con el paso del tiempo.
"Es puro mito lo de la cueva, eso es algo que nunca ha existido, yo no lo creo", afirma María Purísima.
Pero a poco de aumentar el diálogo, fijando sus profundos ojos celestes en el infinito, indica que "los antiguos hablaban de una cueva, yo he escuchado que está en Tenaún Alto, pero los mayores saben más de eso".
PODERES
"La verdadera cueva de los brujos está en Colo", afirma en Quicaví, Juana Saldivia, en la conversación que se produce junto a una plaza de juegos que está frente a la iglesia de madera, que en su torre presenta sólo un trozo de la cruz.
En la memoria o imaginación colectiva, colmada de leyendas contadas en los lluviosos inviernos, los brujos o seres dotados de poderes especiales se reunían en Quicaví y desde el este de la Isla Grande volaban marcando su rumbo con luces muy visibles o planificaban entre la "Mayoría" "Deben haber muerto todos esos malditos o quizás la crianza va quedando", afirma Filomena Muñoz.
Mientras desde la ventana de su cocina se observa un gato negro durmiendo sobre el tejado de una pequeña construcción y varias embarcaciones de distinto calado ancladas en la bahía, la mujer de 75 años, que cientos de veces ha escuchado hablar de los brujos y sus historias, asegura que "todas esas cosas que se dicen es porque este es un lugar muy cerrado, que antes estaba muy aislado, entonces las cosas que no eran verdad se imaginaban", atribuyendo a los antiguos españoles "esas cuevas que dicen que existen".
MAGIA
En Quicaví, sector situado frente a las islas Chauques, con los numerosos pájaros que alzan sus vuelos desde la playa, donde el silencio se eterniza y los rostros desconfiados deambulan lentamente, todo se torna mágico, incluso los cerros bordeados de árboles verdes.
La vida se desenvuelve en una geografía de paisaje irregular que rompe su estructura natural con las casas de maderas nativas, los cobertizos para los animales y las siembras de papas, bajo los cielos grises que atestiguan los secretos concentrados en el tiempo.
De brujos o de aquellos "que hacen mal" o que poseen "el arte", en Quicaví en estos días nadie confiesa saber algo y quienes reconocen que aún conservan las creencias, aseguran que "las personas antiguas son las que saben de esas cosas" .
La mitología sitúa en Quicaví a la cueva o lugar donde se llevaban a efecto las actividades de la Mayoría, especie de consejo supremo, liderado incluso por un rey, hasta donde llegaban volando sus integrantes, gracias al macuñ o chaleco luminoso elaborado con piel humana.
Caminando, preguntando y abriéndose paso entre la tupida vegetación se puede encontrar una cueva, de la que nadie con certeza conoce su origen y hacia la cual es preferible dejarse llevar por la magia, sin tratar de interpretar las letras que no han borrado los abundantes musgos antes de ingresar hacia la aterradora oscuridad de su interior, que da lugar a la personal interpretación de los visitantes.
ESTACA
"Toda mi vida he conocido este lugar, cuando era más chica venía con mis amigas a jugar", dice Daniela Bahamonde, alejando del camino las hojas de los quiscales, que con las lluvia han crecido inmensamente. "Creo que esta cueva es mucho más grande, porque una vez alguien puso una estaca harto más allá y el palo se enterró fácilmente porque abajo había un vacío", dice la estudiante, orgullosa de vivir en un territorio que atrae, que seduce, que interesa a turistas, a investigadores y escritores. "En el verano viene bastante gente para ir a buscar la cueva, pero no van hasta allá porque el camino se ha puesto demasiado malo y peligroso, porque hay un barranco", manifiesta Daniela Bahamonde, la cual en Colo ha escuchado más historias de los propios "forasteros" que de la realidad de la cual hablan los campesinos de los bellos parajes quemchinos.
Publicadas por Mauricio Alejandro Alvarado Miranda
Los Brujos de Chiloé
Proyecto de título realizado por estudiantes de periodismo de la Universidad Andrés Bello en el 2011. El proyecto es un documental testimonial que busca el orígenes de los brujos en Chiloé. Un grupo de estudiantes viajan en averiguar su existencia encontrándose con muchas más que eso.....
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